jueves, 20 de octubre de 2011

Continuación de "El Criado"

A lo que la muerte le contesto.

-¿De amenaza dices?-dijo la muerte,-La Muerte nunca amenaza, ni avisa, solamente encuentra…

El mercader, no muy conforme con la respuesta de la Muerte, siguió su camino.

Al atardecer del día siguiente, el criado volvió con su amo muy asustado, y le conto a su señor lo que le había ocurrido:

-Cuando llegué a Ispahán, pensé que había conseguido eludir a la Muerte, pero cuando llegué a la posada donde pensaba hospedarme, me la volví a encontrar, y esta vez su amenaza fue aún más dura que la anterior.

El mercader intentó tranquilizarle contándole lo que le había dicho a él la Muerte, pero al ver que sus esfuerzos eran inútiles, le ofreció sus aposentos para dormir.

Ya en la noche, la Muerte visito al criado, y este llorando le pidió explicaciones sobre las amenazas, a lo que la Muerte le contesto:

-La primera vez que te vi, me sorprendieron tus ropas de criado, ya que tenía que venir a visitarte hoy a tus aposentos de mercader. Pero la segunda vez que te vi, me sorprendí aún más, viéndote tan lejos y faltando tan poco tiempo para nuestra cita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario